Tolerancia a la Presión (6)

Las Disonancias

Toleramos la presión cuando somos capaces de, a pesar de la incomodidad que provoca esa presión, gestionar adecuadamente nuestras decisiones, nuestros comportamientos y nuestras vivencias.

La presión existe, nos envuelve, puede proceder de muchas fuentes: exigencia de plazos, complejidad de lo que se nos pide, simultaneidad de tareas y responsabilidades, poca disponibilidad de recursos para actuar, comportamientos inadecuados por parte de determinadas personas, percepción de errores en nuestra forma de actuar, amenazas externas, no conseguir lo que pretendemos a pesar del esfuerzo…

Todos estos factores son el día a día de muchas personas y unas lo superan y otras no. ¿Por qué? ¿Por qué frente a situaciones similares unos se manejan bien y otros no? ¿Por qué nos pasa incluso a nosotros comprobando que una misma situación la resolvemos hoy y mañana se nos hace complicado enfrentarnos a ella?

La tolerancia a la presión tiene mucho que ver con lo que se conoce como disonancias cognitivas.

Podemos entenderla como esa situación que percibimos cuando tenemos, al mismo tiempo, dos pensamientos que están en conflicto y que vemos válidos tanto uno como otro.

Estas disonancias nos provocan un determinado nivel de incomodidad que intentamos resolver. Si no lo conseguimos y si, especialmente, esa disonancia persiste en el tiempo, nuestra tolerancia a la presión se va a ver seriamente afectada y se provocarán consecuencias en nuestra forma de entender lo que nos rodea, nuestra forma de entendernos a nosotros mismos, nuestras decisiones, en nuestro hacer, nuestra forma de hacer, en nuestro sentir… Y todo ello, puede ser causa de consecuencias poco deseables como ocurre con la ansiedad.

¿De dónde nacen esas disonancias?

Comparto contigo un esquema que estoy utilizando en ese libro que ya te adelanté que estoy escribiendo. Lo comparto con la intención de que compruebes que hay formas de entender algo tan complejo como esta competencia y que si entiendo lo que ocurre y por qué ocurre, me doy la oportunidad de poder actuar.

En este esquema se identifican las principales disonancias que pueden afectar a nuestra tolerancia a la presión.

  • Quiero y al mismo tiempo no quiero
  • Pienso que debo y, por otra parte, considero que no
  • Creo que puedo actuar aunque dudo de que esto sea cierto
  • Sé que sé y, al mismo tiempo, sospecho que no sé
  • Quiero y no puedo, quiero y no debo, quiero y no sé
  • Debo pero no puedo, debo pero no quiero, debo pero no sé

Intenta utilizarlo cuando tienes a alguien con baja tolerancia

Sondea, con cautela y respeto, si quiere, si considera que debe, que puede, que sabe. Habla con él y profundiza en cómo interpreta la situación. Consigue poner de manifiesto las disonancias que pueden estar condicionando su baja tolerancia y cuáles son las más llamativas…

Contar con una referencia que te ayude a explorar cuáles son las principales causas de una elevada o baja tolerancia a la presión, te permite, sin hacer más, mejorar un buen puñado de situaciones.

Las disonancias están ahí. Desenmascarémoslas. 

Tolerancia a la Presión (6) Las disonancias
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