Nueve alumnos de la UPM conscientes de que no sólo precisan la formación técnica que les garantiza la Universidad, asumen el reto que les propone la Dirección de Grado y se unen para explorar aquello que el mercado les va a pedir como profesionales que se integren en una organización
Son las nueve de la mañana. La dirección les ha dado la bienvenida y les ha acogido con un pequeño discurso que ha sabido convertir en historia digna de ser contada. Ellos saben que es bueno estar ahí, pero no tienen idea de qué es lo que va a ocurrir en las siete sesiones que vamos a compartir con ellos.
Les pregunto por la razón de haber aceptado entrar en el programa. Cada uno responde con cierta timidez y con muchas dudas. Uno dice:
No lo sé. Me convencieron. Estoy aquí y espero descubrir para qué he venido.
Con este comentario, abre la puerta a la verdad de muchos de los pensamientos de sus compañeros. Están ahí para descubrir y, a través de ello, para eliminar buena parte de las nieblas con las que muchos se encuentran en sus primeras experiencias laborales.
Vamos a ponernos el kimono de trabajo en equipo, les digo. Aquel traje que nos ayudará a enfrentarnos a cuantas exigencias se deriven de los entornos profesionales en los que, más pronto o más tarde, os encontraréis. Veo la sonrisa en algunos. Les gusta que les hable de kimono, de judo, de artes marciales porque parece que así, el título «trabajo en equipo» cobra un significado mucho más vivo.
¿Tendremos cinturones de colores? – Pregunta una alumna con un gesto irónico. Respondo que por supuesto, que iremos recorriendo los diferentes niveles, pero que llegar al cinturón negro, dependerá de ellos.
BLANCO
Adquiere criterio para tener visión e interpretar tu entorno
AMARILLO
Lo que esperan que consigas y sus consecuencias
NARANJA
Las áreas de responsabilidad en las que deberás moverte
VERDE
Haciendo de tu día a día un ejemplo de eficiencia
AZUL
Demostrando el perfil que puede o podrá enfrentarse a los retos
MARRÓN
Convirtiendo las situaciones de interacción en oportunidades
¿Cuánto habríamos agradecido muchos de nosotros, tener la oportunidad de aprender lo que el entorno laboral nos pediría después? ¿Habríamos aceptado el reto?