Hablemos de comunicación - 1ª Clave
Una puerta abierta a consecuencias
Más de uno se ha sorprendido cuando, tras decirme que le interesa aprender a comunicar porque cree que le puede venir bien y le apetece, le he dicho: «Si no haces una buena reflexión de inicio, te aconsejo que no te metas en esto porque te vas a quedar, en el mejor de los casos, a medio camino y vas a abandonar». La competencia de comunicación no es una commodity, no debe entenderse como algo que algunos aprenden porque les apetece…
La comunicación es el vehículo a través del cual movemos consecuencias, buenas o malas, de mayor o menor impacto. Es algo no solo necesario, sino imprescindible.
Es demoledor el porcentaje de personas que pierden oportunidades porque malcomunican y, en un número no despreciable de casos, porque no son capaces de darle el valor que realmente tiene.
Como ocurre con la práctica totalidad de las competencias, o somos conscientes de la importancia que tiene la comunicación y su relevante papel en nuestros éxitos y fracasos, o jamás le destinaremos este tiempo que requiere para convertirla en nuestra aliada.
Si tuviéramos que construir una lista de claves para que cualquiera de nosotros se preparara adecuadamente para iniciar y aprovechar un proceso de aprendizaje en comunicación, seguramente, incluiríamos las siguientes:
- Piensa en las veces que comunicas a diario
- Valora la importancia que tienen para ti esos momentos de comunicación
- Ahora, sé consciente de la importancia que tiene para las personas con las que compartes esos momentos
- Anticipa las consecuencias positivas y negativas de realizar bien o mal tu comunicación
- Sé realista y sincero contigo mismo, date cuenta de que el responsable de que la comunicación sea buena o mala, eres esencialmente tú
- Aunque te cueste, echa la vista atrás y piensa en las oportunidades que se pueden haber perdido por no haber cuidado tu comunicación
- No te quedes solo con consecuencias profesionales, ve más allá, anticipa consecuencias personales, familiares…
Esta reflexión no solo es buena en sí misma, es necesaria e, incluso, irrenunciable. No conozco a nadie que haya llevado a término un proceso de aprendizaje en alguna competencia que no percibía fundamental para alcanzar sus metas.
En el libro La comunicación mueve consecuencias. ¡¡Atrápala!! hay un párrafo que encierra buena parte de esta verdad: