Tolerancia a la Presión (1)
¡Ni lo dudes! ¡Este debe ser tu próximo libro!
Poco antes de que llegara el verano, pregunté a personas cercanas cuál debía ser, en su opinión, el próximo libro que debía escribir. Les di varias opciones pensando en que se decantarían por una de ellas que prácticamente tenía decida. Y no fue así. La elección fue unánime. Todas las respuestas apuntaron hacia una misma diana:
«La Tolerancia a la Presión»
Son esos momentos en los que te ves obligado a cambiar de rumbo. El reto no era fácil, ni lo está siendo. Escribir sobre este contenido tiene una inacabable secuencia de factores, situaciones, variables, estrategias…
Destiné prácticamente un mes a pensar, a arrugar y tirar decenas de hojas con esquemas descartados, a buscar la inspiración en fuentes diversas, en sacar la conversación con amigos… Debía encontrar una historia que contar y aprovecharla para aportar, de la forma más sencilla posible, ideas que pudieran ayudar a otros.
La inspiración llegó. Las piezas se pusieron en orden y el teclado se activó a buena velocidad.
La imagen que acompaña a este texto, esas casas que crean un ambiente tranquilo en el que se adivinan calles transitadas a determinadas horas del día, tiene que ver mucho con la inspiración que llegó. Dejo en el misterio cuál es el significado que tiene y cómo cobra sentido en el libro que ya cuenta con más de 100 páginas que buscan a muchas más para que se vayan añadiendo a una historia que me está cautivando a mí y que espero que lo haga con aquellos que la leáis cuando llegue ese deseado momento de la publicación.
Mientras el libro va cobrando vida y construyendo su identidad, voy a compartir con vosotros algunas opiniones e ideas sobre este complejo mundo de la tolerancia a la presión. Me llevará varias etapas que, ojalá, finalicen dando paso al lanzamiento de ésta que debe ser mi octava obra.
Como siempre, espero que este convencido esfuerzo por aportar, se convierta en ideas de valor para ti. Si crees que hay algo que debiera tener en cuenta mientras escribo el libro, dímelo. No conozco mejor forma de compartir que aquella en la que el compartir es bidireccional.
