Atraer y retener profesionales. ¿Sólo apto para valientes?
parte I
El reto
Cuando en 1492 Cristóbal Colón se lanzó al reto del descubrimiento del Nuevo Mundo se encontró con la necesidad de contar con un equipo de profesionales apto para tamaña empresa. La necesidad de atraer y, después, retener a esos profesionales, fue un auténtico quebradero de cabeza para el Almirante.
Más de quinientos años después, las empresas se enfrentan a mismo reto en la gestión de sus profesionales: Atraer y retener a los mejores.
Los actuales sistemas de compensación y beneficios, generalmente, no están adaptados a este reto. Estos sistemas fueron pensados y diseñados para un escenario que está desapareciendo y esto los convierte en obsoletos para el objetivo de atraer y retener a los mejores profesionales.
La oportunidad
Los Sistemas de Compensación deben estar integrados en la estrategia de la empresa y avanzar en la misma dirección, por ello, el paquete retributivo debe estar en consonancia con el plan estratégico de la empresa y estar alineado con el negocio.
La política retributiva ya no es competencia exclusiva de la dirección de Recursos Humanos sino que puede y debe implicar a todos los niveles de la estructura de la organización.
Un Sistema de Compensación facilita la consecución de este reto, ya que:
La dirección de la empresa puede utilizar la política retributiva como un instrumento de atracción, retención y potenciación del talento, es decir, de captación de los profesionales con mayor cualificación del mercado, mediante la implantación de sistemas de compensación globales, flexibles e individualizados.
Los Sistemas de Compensación, además, pueden actuar como una poderosa herramienta de marketing y de comunicación en relación a la transmisión del concepto “Employer branding” al denominado “talento” o profesional cualificado, creando una vinculación especial entre el profesional y la empresa, consiguiendo, como consecuencia, configurar un capital intelectual competitivo.
Las empresas que asumen el compromiso estratégico de implementar políticas retributivas flexibles y a medida de las necesidades de las personas que integran sus equipos, al objeto de lograr una mejora en la calidad de vida profesional y familiar o personal en las mismas, están mejor posicionadas para exigir a sus profesionales un rendimiento eficiente y de calidad, una identificación con los valores y la cultura corporativa , una alineación con la estrategia, las metas y los objetivos de la empresa y una verdadera implicación en el proyecto global de la misma.
El profesional, además de sentirse parte de un equipo y ser consciente de la inversión que realiza la empresa en la mejora de su bienestar, puede trabajar con mayor grado de concentración, puesto que, aquellos aspectos emocionales, familiares y profesionales que le preocupan gozan de la cobertura proporcionada por la “retribución emocional” a medida de sus necesidades.
Una vez tomada esta decisión por parte de la dirección de la compañía, la pregunta es: ¿Y cómo logramos esto?
Es aquí donde, generalmente, “encallan” todos los esfuerzos obteniéndose resultados sólo en el corto plazo. La experiencia nos enseña que este cambio afecta a toda la organización y no puede abordarse de modo aislado.
El éxito de los sistemas de compensación exige una actuación coordinada pues modifican sustancialmente otros procesos organizacionales y de Recursos Humanos.