Todo se pega menos la hermosura. Prueba a sonreir.

Hace poco leí un artículo sobre el poder de la sonrisa. Decían cosas muy interesantes, entre otras cosas que nuestro cuerpo es capaz de modificar la forma en la que reacciona nuestro cerebro y lograr un efecto dominó en nuestras emociones. Si nos esforzamos en sonreír, nuestro cuerpo acabará interpretando que somos felices, y modificará nuestro estado de ánimo consecuentemente.

Incluso se ha llegado a demostrar que el mero hecho de sonreír, libera endorfinas, serotonina y otros analgésicos naturales que somos capaces de producir sin pasar por la farmacia. Del mismo modo, sonreír podría producir una bajada de hormonas causantes del estrés y una bajada de la tensión arterial.

Hace ya años, leí que además es algo contagioso. Según dicen, más de la mitad de las personas que te ven sonreír, te devolverán una sonrisa. Curiosa manera de repartir salud y garantizar una vida larga y sana, y a un precio ridículo… ¿no?

Si todo esto es cierto, que no lo pongo en duda, al menos hasta lo que yo he podido comprobar (más lo del contagio que las medidas de hormonas) ¿por qué no sonreímos de forma continua? ¿por qué nos negamos algo tan maravillosos como ser felices o por lo menos intentarlo?

Imagen de Marie en Pixabay

Propongámonos sonreír. Imaginad una reunión con un equipo de gente sonriente. Ahora la misma con caras tristes. ¿En cuál esperas que se generen consecuencias más positivas para el tema tratado independientemente de cuál sea el tema?

Si queremos obtener el máximo resultado a cambio del tiempo que dediquemos a la labor que nos ocupe, tratemos de sonreír. Tratemos de contagiar, tratemos de ser influencers de la sonrisa.

Haced la prueba y esta semana sonreír en alguna reunión, sin disimulo, sonreíd, hartaros de sonreír. Si queréis sobresalir, sonreíd. Haced algo diferente, algo que marque el desarrollo de la reunión, algo que ayude. Aportad datos con una sonrisa, mirad a la cara de vuestros compañeros y sonreíd. Haced la prueba. Y repetid hasta que el resto de compañeros sonrían, sin decir nada, cada sonrisa que veáis es un gracias y un vamos a por ello.

El lenguaje corporal es algo que marca el cómo comunicamos, y si sabemos usarlo, seremos capaces de obtener mejor resultado que si no sabemos manejarlo. Si queremos ser alguien en nuestro equipo, debemos saber trasladar nuestro parecer al mismo y debemos ser capaces de conseguir que se muestren más dispuestos a aceptar nuestras propuestas. Puede ser que un primer paso sea sonreír. Puede que no, o puede que no sea lo único, pero sin duda, según los que saben, sonreír ayuda. No seamos tan tontos como para no hacerles caso.

Hay un proverbio chino que dice que cada sonrisa te hace un día más joven. No digo que tengan razón, pero (como diría José Mota) ¿Y si sí?

Os deseo una semana de sonrisas, muchas y contagiosas sonrisas.

Todo se pega, menos la hermosura
Etiquetado en:    

Deja una respuesta