Empezar a escribir fue una gran aventura
Todo empezó con una apuesta:
A ver quién de los dos es capaz de escribir alguna historia interesante durante este año.
Pasados los doce meses, mi compromiso de escribir una novela empezaba a contar con esquemas, dibujos y párrafos mal ordenados en un montón de hojas.
No era la primera vez en la que intentaba plasmar ideas en un papel, pero sí fue lo que me invitó a entrar en una experiencia inesperada. Comprobar como mi cabeza iba creando personajes sobre una historia que crecía, tomaba cuerpo, variaba y me sorprendía cada vez que empezaban a sonar las teclas de esa máquina de escribir que terminaron odiando profundamente mis hermanos.
Empecé a escribir esta novela de fantasía cuando apenas contaba con 17 años. La terminé años después. Volví a retomarla, la reescribí, la completé y hace pocas semanas, decidí revisarla y reeditarla.
¿Qué vas a encontrar en esta novela?
La historia de un joven que salta a un mundo de fantasía en el que descubrirá parte de su propia identidad en él. Se enfrentará a lo que en todo libro de fantasía puedes encontrar: magos, guerreros, reyes, las temibles sombras y un sinfín de personajes sorprendentes que irán dando sentido a la historia del joven.
Escribir es una aventura que no te deja indiferente. Este fue mi primer libro y al revisarlo para poderlo reeditar, he revivido gran parte de esas sensaciones que, si tú también has creado alguna obra, seguro que conoces y guardas como pequeños tesoros.
Disfrútalo