Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena
En el mundo laboral, las intromisiones a veces sientan mal, aunque sean hechas por encargo. Y el resultado es nefasto para una relación laboral sana y correcta. Este refrán no esconde nada. A veces entran de fuera y nos dan clases de cómo hacer en nuestra casa, y eso no suele sentar bien.
Cierto es que encargar un estudio de viabilidad externo, una auditoría, la implantación de un ERP, CMS o lo que sea dentro de nuestra organización es una forma de abrir las puertas del infierno en nuestra sala de reuniones. La impresión inicial es que todo el que entra por esa puerta sabe más de tu casa que tú mismo, y los consultores que vamos de fuera no nos damos cuenta que eso puede, y de hecho, suele, sentar mal.
Nadie conoce mejor su empresa que los dueños, administradores y trabajadores de la misma empresa. Venir de fuera dando lecciones y exigiendo no es plato de gusto para el que está allí sentado día tras día sufriendo o disfrutando de su trabajo, con sus problemas, sus faltas de recursos o sus alegrías y cafés de mediodía.
Cuando alguien nos pide ayuda, no es que no tenga ni idea. No es que no sepa lo que pasa en su empresa. No es que viva en Babia y de repente haya decidido ver que las cosas no van bien o que pueden ir mejor. No. Es que se preocupa y busca soluciones a problemas concretos, que luego pueden ser problemas más generales o un caos, pero no busca alguien que corrija cada palabra o cada gesto que hace. No contratan a una señora Rottenmeyer para que les llame la atención como si fueran niños de EGB alborotando en una clase.
Buscan un “ordenador” un “eficaciador” un “eficienciador” alguien que les guíe para sacar más y mejor resultado de la empresa en la que están metidos.
Entrar a un cliente como una apisonadora no sólo no te va a ayudar a conseguir datos y colaboración de los trabajadores para llegar a la finalidad que te solicitan, sino que te dispondrá a la gente en contra y es posible que sea tu eficacia la que baje a niveles mínimos, porque deberás realizar un esfuerzo muy superior al que deberías por haber supuesto que el loco de esta casa sabe menos que el cuerdo de la tuya.
Se trata de conseguir sinergias entre el equipo de trabajo, de saber quién es quién y qué labor desempeña, de entender los procesos en los que trabaja cada día y entonces poder estudiar cómo mejorarlos, como llevarlos un paso más allá, cómo colaborar para que el resultado de la relación sea enriquecedor para ambos.
Para ello la forma de trabajo de Consultores5R de la mano de Jaime Ros y su equipo es absolutamente recomendable por poner un ejemplo de respeto, estudio, dedicación, implicación y resultados. Altísima eficacia y altísima eficiencia, como he dicho en otras ocasiones, no sólo hacer, sino hacer bien.
Y sobre todo, tener siempre en cuenta que lo que de noche se hace, de día se ve.