No se puede nadar y guardar la ropa
En la línea de los últimos posts, liado con el tema refranes me doy cuenta de aquello que nos decían en el colegio acerca del refranero popular y su sabiduría. Cuesta encontrar un refrán no aplicable a casi cualquier campo actual de trabajo.
Por eso creo que me voy a centrar en los que más veces me han llegado a tocar de cerca a lo largo de mi carrera y que tienen una aplicación más visible y más clara, y por supuesto, siempre extrapolable a miles de actividades diarias, ya que, como he dicho, la sabiduría que derrochan estas curiosas frasecillas es digna de admiración.
Dentro del mundo IT, insisto, no exclusivamente, existe la manía de intentar hacer todo lo que deja contento a usuarios, técnicos, programadores, diseñadores, etc. , aunque sea imposible y además a todos a la vez.
No. No es posible, en casi ningún caso es posible que todos ellos estén de acuerdo en algo y contentos con el resultado. Un jefe quiere que todo funcione como una maquinaria de relojería suiza además de ser cómodo y manejable, de rápida aplicación y que sea modificable por cualquiera para que no nos puedan tener atados por los…. Y no, no es posible. No podemos trabajar y conseguir que todo el mundo esté contento, siempre hay alguien que debe hacer un esfuerzo superior para que otro vea el resultado que busca y por otro lado alguien deberá ceder en características de su gusto a cambio de facilidades de uso o un aspecto más agradable o manejable.
No podemos nadar y guardar la ropa. Debemos poner todos los componentes en una balanza y priorizar de forma que el conjunto del proyecto sea eficaz y eficiente, debemos saber en qué áreas hay que poner más esfuerzo a cambio de ceder en otras.
Cuando un usuario está satisfecho con el resultado, el técnico, programador, diseñador… han pasado las de Caín para que esto sea así y han tenido que sacrificar otras características por no ser tan del agrado del usuario, aún siendo funciones muy útiles que otros usuarios han considerado fundamentales.
No podemos contentar a todo el mundo en un entorno profesional. Casi es imposible en un entorno amigable como un grupo de amigos o la familia. No pensemos que el entorno laboral, infinitamente más hostil que cualquiera de los otros, nos va a resultar más afable y nos va a ayudar a ser cordiales y llegar a acuerdos fáciles y universales.
Es fundamental contar con un equipo de trabajo cohesionado, que sepa hacer y sepa sobre todo hacer bien, para poder, sin llegar al conflicto, solucionar, guiar y conducir nuestros proyectos para que lleguen a buen puerto, manteniendo la ropa todo lo seca posible mientras nos damos un buen baño, trabajar de forma eficiente y con la eficacia necesaria al menos para que la ropa se moje lo menos posible, la finalidad es poder nadar en condiciones sin tener que preocuparnos de si la ropa se moja un poco. Coordinación y resultados.
Y sobre todo tener siempre en cuenta aquello de Más sabe el loco en su casa que el cuerdo en la ajena, escuchar y entender.