No te acostarás sin saber una cosa más
A la hora de caminar, todos tenemos muy claro el manejo del sistema que nos permite seguir adelante. Da igual si calzas unos zapatos de marca, alpargatas, chanclas o vas en
silla de ruedas o usas muletas. Sabemos qué hacer para avanzar, debemos dar ese segundo paso para seguir recorriendo el camino que pretendemos recorrer.
En el mundo laboral, tener claro este concepto es fundamental para crecer. Debemos conocer lo que tenemos, lo que somos y lo que podemos llegar a ser, y debemos reconocer los medios que se nos ponen por delante para poder llegar a cumplir las metas que nos proponemos, ya sea nosotros mismos o propuestas de terceros.
Lo ideal es tener claro que cada día nos ofrece aprender algo nuevo, conocer más algo sabido o innovar en algo que dominamos. No podemos estar parados con la formación, y menos si esa formación es la base de nuestro trabajo, del día a día, del sueldo, malo o bueno, y por supuesto lo que nos permite disfrutar de ratos libres ocio y descanso.
Por eso, aquello que habremos oído en cientos de ocasiones de “No te acostarás sin saber una cosa más” está más vigente que nunca. Insisto en echar mano de nuestro sabio y anciano refranero.
Hablando de competencias profesionales, nunca podemos dejar de cuidarlas. Son nuestro Tamagochi particular, aquél al que si no le alimentamos se muere haciendo miles de ruiditos desagradables, aquél que requiere atención. Nos olvidamos muchas veces de la importancia de ciertas cosas y desviamos nuestra atención hacia otras que nos dan resultados directos, ventas, contactos, relaciones… pero nos olvidamos de COMUNICAR, de hablar, de decir, de ofrecer contenido, de compartir, de dar valor a lo que decimos.
La competencia menos valorada, la que no se entrena, la que se deja para mañana: la comunicación. La competencia más fundamental, la que nos ayuda siempre a proyectar nuestras ideas hacia quien tengamos enfrente, sea una persona o un auditorio repleto de gente, esa que a casi todos se nos da fatal pero no cuidamos porque no importa, total…vendo lo mismo.
Si necesitamos algo, es comunicación, somos seres comunicadores. Y deberíamos conocer cómo se hace eso de comunicar. Deberíamos aprender, porque, aunque la mayoría digamos que no lo necesitamos, o que no se nos da bien, o que no servimos para ello, todo son excusas. Necesitamos poder confiar en nuestra competencia comunicadora porque es lo que nos hace poder salir a la calle a dar esos pasos que nos permiten salir adelante y recorrer un camino, el que hayamos elegido, con tranquilidad y seguridad independientemente del medio que usemos para avanzar.
Debemos aprovechar las oportunidades que se nos ofrecen para aprender y poder irnos a dormir con los deberes hechos, habiendo aprendido una cosa más (al menos) y sabiendo que nos va a servir para seguir avanzando en nuestro proyecto personal.