Hablemos de Comunicación - 6ª clave
Comunicaciones vivas y muertas. ¿Cómo estructurarlas?
Siento decirlo tan directo, pero hay infinidad de comunicaciones que están muertas nada más nacer y otras muchas más, que «fallecen» a los pocos minutos de empezar.
Es habitual estructurar una comunicación como si fuera el índice de un libro y ese inicio condiciona una pérdida de la oportunidad de hacer que ese momento comunicativo que vamos a compartir con otros, condicione un buen efecto.
En el sexto capítulo del libro «La comunicación mueve consecuencias. Atrápala» me extiendo en técnicas que ayudan a condicionar este «estructurar» tan importante.
Piensa por un momento, en lo que ocurre cuando alguien empieza mal su comunicación, cuando ese alguien no comparte una secuencia clara y de interés con su auditorio o cuando finaliza una exposición sin aprovechar ese momento para poner en valor lo compartido. Estos tres «momentos» que, en mi libro, integro en el llamado «brick de la comunicación», son básicos y esenciales.
Que mi auditorio no me escuche, que se ponga a la defensiva, que lance objeciones, que distraiga a otros, que no muestre interés, que se levante y se vaya… Son comportamientos que no están tanto en el mal comportarse del auditorio sino en el mal comunicar que pongo en juego.
Comunicar es invitar a otros a compartir parte de su tiempo en una historia que hemos preparado.
Si está mal preparada, mi legitimidad profesional y personal va a sufrir un descalabro de mayor o menor intensidad.
Aprender técnicas que me ayuden a captar la atención, a convencer con una argumentación sólida, a cautivar con una secuencia bien preparada y a conseguir ese «aplauso» final, es decir, ese comentario «buena comunicación, sí señor», está al alcance de cualquiera.