¿Cómo no recomendártelo?
Abraza tus partes rotas
¿Cómo no recomendártelo?
Abraza tus partes rotas
Cuando tus hijos se convierten en tu referencia
Cuatro hijos, cuatro pilares de esa felicidad difícil, muy difícil, de describir.
Hoy es la “pequeña” quien me invita a compartir este artículo. Con sus “veintitodos” años, ha publicado un libro con historia: Abraza tus partes rotas. Un libro valiente, que enseña, que ayuda a entender buena parte del por qué de nuestros pensamientos y sus efectos. Un libro que habla de la ansiedad desde dentro, desde lo que se siente, se vive y se sufre al vivirla. Un libro lleno de reflexiones que ayudan, que sorprenden, que proponen y que provocan.
¿Cómo no voy a recomendarlo?
Es cierto que me resulta difícil ser imparcial. Se trata del resultado de un esfuerzo que sólo conocemos los que hemos vivido esa continua y difícil lucha convencida y que, gracias a ello, podemos leer entre líneas saboreando esa cercana forma de escribir que regala historias con vida propia.
¿Por qué te invito a leerlo?
He tenido el privilegio de ser de las primeras personas que ha abierto el libro sumergiéndome en sus páginas. El título es sugerente, “Abraza tus partes rotas”, el subtítulo, un regalo, “Conócete, acéptate, sánate”. Podría bastar esto para invitarte, pero hay mucho más. Son veintiún capítulos que se convierten en etapas que aportan. El recorrido que hace en cada uno de ellos es sencillo, a la vez, profundo, y dejando huella. Invita no sólo a la reflexión sino también a la discusión, a hablar de ello, a llevarlo a nuestras propias vivencias. Por eso es un libro valiente. No teme poner nombre a lo que muchas veces dejamos huérfano de significado.