Gestionar la Confianza (7)

La Equidad

  • Estás siendo injusto.
  • ¿Por qué dices eso?

Completamos con esta las palancas de interacción: la Equidad. En los tiempos que corren, en los que la vulnerabilidad, la volatilidad, el cortoplacismo, los conflictos comunicativos, las diferencias generacionales…, están protagonizando las experiencias profesionales y personales, es fácil entender que exista una tendencia a «ponerse a la defensiva» en muchas de las interacciones que se producen.

Es habitual sentir ese temor a que se ponga en riesgo algo de valor para nosotros por todos esos factores que he citado y que matizan nuestra realidad. Nos ponemos a la defensiva incluso sin tener motivos concretos para ello. La alerta está activada, el recelo mueve la predisposición a desconfiar. No es otra cosa que la sensación de que solemos enfrentarnos a situaciones en las que podemos perder lo que no debiéramos perder. De eso trata la equidad, del nivel de percepción que tenemos de que una relación es justa desde el inicio hasta el final.

El porqué de que la otra persona inicie la conversación de este contenido con «estás siendo injusto» puede derivar de diferentes motivos:

  • No haber planteado desde el inicio las expectativas de cada uno.
  • No explicar el porqué es lógico que la balanza esté desequilibrada por las circunstancias que tenemos.
  • El recelo generado por otros que influyen negativamente en la percepción de la persona con la que me estoy relacionando.
  • Tomar como referencia otras situaciones en las que lo obtenido ha sido mayor a lo que se está consiguiendo ahora.
  • Una actuación ilegítima por mi parte.

No hace falta reflexionar mucho para entender que si en una relación se pone en claro lo que se espera obtener por cada uno y los factores que pueden condicionar que esto ocurra, la confianza se verá menos afectada que si no se actúa así.

La equidad es la segunda de las palancas de interacción emocionales o subjetivas. Su componente emocional puede llegar a ser muy intenso, tanto que puede hacer que la otra persona tenga cambios de percepción a lo largo de nuestra relación. Siendo esto así, cuanto más técnicas destinemos a reforzar la percepción de equidad desde un inicio, mejor nos irá.

No debemos caer en el error de pensar que la balanza de la equidad siempre debe estar equilibrada. No es así, incluso, cabría decir que el equilibrio perfecto no se consigue casi nunca. La equidad supone, también, que seamos capaces de entender y hacer entender el porqué de los desequilibrios que seguro que tendremos a lo largo de la relación.

Si la otra persona sabe que actuamos movidos por la búsqueda del mejor equilibrio, la relación de confianza se hace mucho más robusta y resiste con mayor fortaleza los efectos de las incidencias que se puedan dar.

Gestionar la Confianza (7) La equidad
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